Geografía del crimen y la delincuencia: con especial énfasis en Santiago del Estero (Ultima parte)

Consideraciones finales

Hemos visto que en los últimos años dentro del contexto del crimen y la delincuencia al progresivo reconocimiento que debe tener la investigación geográfica, la planificación de su gestión política y al desarrollo de agencias bajo parámetros territoriales.  Consecuentemente, en los estudios de caso hemos explorado como las diferentes geografías del crimen se integraron disciplinariamente en otros ámbitos de la geografía. Si bien los estudios de caso fueron cuatro, sugerimos a nuestros lectores ampliarlos con los artículos en este mismo blog cuyo título son: “Los estereotipos del ladrón. ¿Quién es quién?”, “Usos y costumbres de la corrupción”,  a modo de entendimiento de los delincuentes de “cuello blanco”, a lo que ya hicimos referencia en la orientación marxista.

El acercamiento sistemático desde una epistemología y temática sirvió para introducirnos en la evolución de los estudios espaciales de crimen y delincuencia, centrándonos en los análisis de la geografía social del estudio de la violencia.

Son evidentes los paralelismos que se pueden establecer entre criminología, sociología de la desviación y la geografía, a la hora de analizar su desarrollo disciplinar. Mientras que la orientación espacial en criminología cuenta con una dilatada tradición, se puede comprobar como la preocupación de la ciencia geográfica por los temas de criminalidad es mucho más reciente y en ese sentido incorporaremos más artículos desde ésta temática y bajo otros títulos en este espacio.

Esta prolífica diversificación que desencadenaron una sucesión de temas del crimen y la delincuencia, merecen ser debatidas y contextualizadas en los campos de la geografía humana como ser: orientación reformismo- neopositivismo, orientación humanista, crítica radical, orientación posmoderna, etc. En todas ellas, el espacio juega un papel relevante y fundamental. Para su comprensión sería necesaria una más amplia contextualización epistemológica, que por razones de espacio no se ha tratado en esta oportunidad y que más adelante nos daría las claves de lo que podemos considerar una, auténtica y útil, geografía del crimen, la delincuencia y la violencia.

Por último, queremos agradecer profundamente los aportes de nuestros estimados colegas, Lic. Luis Gómez y al profesor Víctor Gerez por participar en esta temática que nos ocupó que es la Geografía del crimen y la delincuencia: con especial énfasis en Santiago del Estero.

 

 

Por Hugo R. Manfredi