Clase: La Inquisición instaurada en América

Suele afirmarse que la Inquisición en Hispanoamérica «quemó a 43 indígenas por no querer abjurar.»

«La Inquisición instaurada en América no tenía jurisdicción sobre los indígenas al ser considerados neófitos. Sí es cierto que el obispo de México Juan de Zumárraga cometió el gran error de procesar y condenar a la muerte en la hoguera al cacique de Texcoco, que fue ejecutado el 30 de noviembre de 1539 por idólatra y mancebía a pesar de que tenía instrucciones de que no se ejerciera demasiado rigor sobre los nuevos cristianos de raza india.

Las víctimas de la Inquisición en América no llegaron a cien. En concreto el Tribunal de Lima ejecutó a 30 personas, el Tribunal de Nueva España a 45 y el de Cartagena de Indias únicamente a 2. La mayoría portugueses judaizantes y protestantes extranjeros. Sumen ustedes.

Toda muerte es una desgracia y no debería haber ocurrido, pero como dicen «el dato mata al relato» y lo que hizo la Inquisición en América nada tiene que ver con lo que ha hecho creer la Leyenda Negra a nuestros hermanos de Hispanoamérica.

Tengan en cuenta que en América había solo tres tribunales que tenían jurisdicción sobre un territorio inmenso. En España llegaron a existir veintidós. La Inquisición en América tuvo una actividad infinitamente menor a la que tuvo en España». Por Darío Madrid en X.

¿Quieren leer un libro sin leyenda negras ni rosas? «La Inquisición española: realidad y procedimiento del Santo Oficio» publicado por @EditorialEdaf

Bonus Track.

La «Doncella de Hierro» no fue empleada como método de tortura por la Inquisición España. Nunca existió.

 En https://dariomadrid.com/, 30 de agosto de 2020.

Doncella de Hierro

Doncella de Hierro

Acaban en Twitter de mandarme a leer un artículo de la revista Muy Historia (Poca Historia) en la que aparece como instrumento de tortura de la Inquisición, la «Doncella de Hierro». Mentira. Jamás utilizó el Santo Oficio ese aparato ni ninguno parecido. Voy a tratar de explicarlo.

La famosa “Doncella de Hierro” es un ataúd o sarcófago con forma de mujer relleno de clavos en donde supuestamente se introducía al reo para que confesara sus delitos.

El empleo de la tortura, como bien saben aquellos que se han estudiado los procesos judiciales que se llevaban a cabo en toda Europa era generalizada y buscaba la confesión del investigado. En toda Europa, insisto. No solo en España.

Y no es cuestión de que ahora nos rasguemos las vestiduras. Esa era la idea que tenían nuestros antepasados de como se tenía que conseguir la confesión del presunto culpable. Frecuentemente el acusado se declaraba culpable para evitar un mayor sufrimiento. Evidentemente.

Pues bien, el aparato llamado “Doncella de Hierro” nunca fue empleado por el Tribunal del Santo Oficio en primer lugar porque el investigado hubiera muerto al primer envite. Jamás podría haber confesado.

Powell: «El empleo de la tortura física era relativamente infrecuente si se compara con el cuantioso número de los procesos, y se aplicaba bajo estrictos reglamentos, con garantías y condiciones más humanitarias que la mayoría de procesos requería en la Europa de aquellos tiempos.»

El Santo Oficio ofrecía más garantías a los acusados que cualquier tribunal de Europa de su tiempo. El proceso estaba controlado por jueces y abogados defensores. La tortura estaba rigurosamente regulada. No se podía poner en peligro la vida, ni mutilar, ni derramar sangre.

En segundo lugar porque la “Doncella de Hierro” nunca existió. Los cacharros que se exhiben en los museos de tortura son en su gran mayoría falsificaciones. Lo más seguro es que se trate de un interpretación de lo que se llamaba «capa de la infamia» y que fue utilizada en Alemania.

La «capa de la infamia» era utilizada para castigar en Alemania a cazadores furtivos y prostitutas: se trataba de una especie de vestido de madera o latón que el condenado debía llevar durante el cumplimiento de su pena y que no tenía clavos en su interior. Hubieran muerto.

Este es el que me ha mandado a leer el artículo de «Poca Historia». Tiene un puño y un lazito amarillo junto a su nick. El artículo de «Poca Historia» es el siguiente: https://muyhistoria.es/edad-media/fotos/los-instrumentos-de-tortura-de-la-inquisicion/toro-de-falaris…

Y por cierto defender una historia real de la Inquisición, no te hace favorable a la instauración de la Inquisición como alguno insinúa. Simplemente existió, nunca debería volver a existir pero no fue el «tribunal sediento de sangre» que nos vende la Leyenda Negra.

“En Hispanoamérica somos víctimas de un relato que es completamente falso y muy peligroso que básicamente dice lo siguiente: nosotros somos santos indígenas, ese paraíso es interrumpido por la llegada de uno barbudos singularmente crueles que solo vinieron a robar, pillar, vejar, matar, etcétera. La historia mítica que late en el corazón y en las mentes de muchísimos hispanoamericanos es completamente falsa y muy peligrosa. Este relato es imperativo superarlo”. Por Darío Madrid.