Déficit habitacional y hacinamiento. Santiago del Estero. PARTE 2

La dimensión no visible del déficit habitacional. [i]

En la consideración del déficit intervienen, además del factor demográfico (crecimiento vegetativo y migraciones), los componentes físicos de la vivienda y de su entorno y también ciertos componentes sociales, dentro de los componentes físicos se incluyen el diseño de la vivienda, la habitacionalidad de la construcción, la situación sanitaria, las condiciones del emplazamiento y los medios físicos de integración social (caminos, equipamiento educativo, sanitario, etc.) Los componentes sociales comprenden la densidad habitacional es decir, la relación entre el número de habitantes y el espacio disponible (la densidad se convierte en hacinamiento cuando sobrepasa ciertos límites tolerables) y el régimen de tenencia de la vivienda. (Puga, 1983).

Existen diversas formas de hacinamiento: de personas por cama, de personas por cuarto, de familia por vivienda y de viviendas por terreno. Son conocidas, además otras acepciones del concepto de hacinamiento, por ejemplo, cuando se emplea una o más habitaciones para un uso distinto, además de aquel para el cual fueron diseñadas, en relación al aislamiento de las habitaciones, es decir, cuando el tránsito de un cuarto a otro requiere atravesar una tercera aunque no se cumple ninguna de las otras condiciones de hacinamiento.

Otro indicador para medir el uso intensivo del espacio lo constituye la cantidad de mdisponible por persona.

La ONU (1968) habla de menos de 3 personas por cuarto para las viviendas que poseen 3 cuartos.

El concepto de déficit habitacional, tal como es utilizado por los organismos estatales en Argentina cuando se calcula su magnitud, está compuesto por dos dimensiones:

  1. La precariedad, que hace referencia a la calidad de los materiales con que está construida la vivienda y el nivel de prestación de servicios internos.
  2. El hacinamiento, en sus dos subdimensiones (hacinamiento por cuarto y hacinamiento por hogares). El primero se refiere a la relación entre las personas que habitan una vivienda y la cantidad de cuartos disponibles, mientras que el segundo hace alusión a la residencia en una vivienda de más de un hogar.

Precariedad y hacinamiento son dos fenómenos que van siempre unidos, si bien la experiencia en medición del déficit habitacional ha demostrado la alta frecuencia en la aparición simultanea de estas dos situaciones.

En nuestro Sgo. del Estero, estos dos fenómenos están presentes en las últimas décadas, y está vinculada por los efectos de las políticas habitacionales y por otra, con la generalización del fenómeno de la pobreza.

Consecuencia del hacinamiento en la vida familiar

De todos los factores que componen una situación deficitaria, el hacinamiento en opinión de varios autores, es el indicador más grave del déficit por la amplia gama de consecuencias negativas que ocasiona. Dos factores vinculados con la disposición física de la vivienda se encuentran alterados en situaciones de hacinamiento: la privacidad y la libre circulación. Ambos contribuyen a una vida mental emocionalmente sana.

Una cierta privacidad es un bien necesario para la persona, para los grupos de pares (padre, madre e hijos entre sí), para separación de sexos, para la familia como unidad social independiente y para la realización en determinadas actividades familiares como dormir, estudiar, estar, etc.

La buena circulación facilita el cumplimiento normal de las funciones familiares evitando interferencias a la libertad de movimiento o intrusiones inesperadas. Posibilita asimismo la libre elección de contactos cara a cara, etc.

La ausencia de privacidad y de la buena circulación provocadas por la falta de espacio adecuada pueden, en consecuencia, provocar alteraciones tanto en la salud física como mental al desencadenar situaciones de estrés psicológico, favorecer la propagación de enfermedades infecciosos e incrementar la ocurrencia de accidentes en el hogar.

Especialmente vulnerables a las situaciones interiormente, descritos, son los niños principales afectados por las carencias de espacio en sus necesidades de crecimiento y desarrollo.

Otras investigaciones (Iglesias de Usel, 1993. Pugga, 1983) han demostrado, además la relación entre situaciones de hacinamiento y bajo rendimiento escolar, tasa delictiva en menores, y en general, como generadores de una “cultura de la calle”.

El hacinamiento y sus consecuencias sobre el comportamiento y la salud del hombre encuentran su fundamento en un sistema básico de comportamiento propio de los seres vivos, entre ellos el hombre: la “territorialidad”, comportamiento mediante el cual un ser vivo declara sus pretensiones en una extensión de espacio que defiende contra los miembros de su propia especie. La territorialidad proporciona el marco dentro del cual se hacen las cosas, se delimitan lugares para aprender, lugares para jugar, lugares para ocultarse, etc. (Hall, E. 1972)

En situaciones de hacinamiento de produce, además, una alteración de “sistema de distancia” a través de los cuales el hombre se vincula con el medio. En opinión de este autor, el hombre despliega su dinámica espacial a partir del reconocimiento de distancias con limites socialmente  aprendidos y por lo tanto de enorme variabilidad histórica y cultural: “distancia intima, personal, social y publica” de acuerdo a la tipología por él establecido. Cuando este sistema de distancias se encuentra alterado por su insuficiencia de espacio, es posible que las personas se vean obligadas a comportamientos, relaciones o descargas emocionales en extremo estresantes.

Tipos de hacinamiento y su magnitud en Sgo. del Estero

Hacinamiento por cuarto

La relación entre el espacio y el número de personas que la habitan se transforma en hacinamiento por cuanto cuando la misma supera determinados niveles:

  1. Hacinamiento semi-critica, el nivel de más de dos personas por cuarto.
  2. Hacinamiento crítico, la presencia de más de tres personas por cuarto.

La magnitud del hacinamiento por cuarto semi-critico

Si comparamos la composición del déficit habitacional en Sgo. del Estero podemos advertir, que el número de hogares que viven en situación de precariedad es mayor que la media nacional, como si así también el hacinamiento por cuarto de viviendas aptas.

Cuadro V población en hogares con NBI, (en porcentaje).

Cuadro 5

Fuente INDEC. 2010.

Cuadro VI hogares con NBI. 2010.

Cuadro 6

Fuente INDEC.

Según el último censo, en nuestra provincia en el 17,6% de los hogares se observa que existe hacinamiento.

Advertimos también a nuestros lectores, que el nomenclador del número de integrantes, en una familia santiagueña es de cinco personas, y que hace más de una década se construyen casas, con una superficie en promedio de 43 m2. Sosteniendo a nuestro entender un hacinamiento semi-critico.

Cuadro VII: hogares con N.B.I., 2010. Santiago del estero.

Cuadro 7

Fuente: INDEC. 2010

Nota:

NBI 1: vivienda: hogares en una vivienda de tipo inconveniente (pieza de inquilinato, vivienda precaria u otro tipo, lo que excluye casa, apartamento, rancho).

NBI 2: condiciones sanitarias: hogares que no poseen retretes.

NBI 3: hacinamiento: hogares que tuvieran más de tres personas por cuarto.

NBI 4: asistencia escolar: hogares que tuvieran algún niño de edad escolar (6 a 12 años) que no asistan a la escuela.

NBI 5: capacidad de subsistencia: hogares que tuvieran cuatro o más personas por miembro ocupado y además cuyo jefe no haya completado tercer grado de escolaridad primaria.

Desde 1991, se distinguieron claramente los conceptos de “vivienda” como el recinto o el lugar físico. El “hogar”, como la persona o conjunto de personas que habitan una vivienda bajo un régimen familiar. Esta distinción ha permitido una medición más precisa del déficit y llamar la atención sobre esta situación problemática, muchas veces ignorada.

Las transformaciones de la política habitacional en la última década y su papel en la generación de los espacios de vida

Los cambios en la concepción de las políticas sociales y la reducción del gasto social en la vivienda, han traído aparejadas en los últimos años cambios sustanciales en el modo de provisión de la vivienda social.

Los programas encarados durante los últimos años han disminuido la superficie mínima de las viviendas entregadas como un modo de abaratar costos y atender a una demanda creciente y con escasa capacidad de pago.

Se ha generalizado una concepción de vivienda que apunte a satisfacer en primera instancia necesidades habitacionales mínimas y que prevé desde su concepción el crecimiento posterior, si el presupuesto familiar lo permite, niveles de una vivienda adecuada.

De este modo, podemos señalar que en los últimos años se ha producido una especie de “construcción legal de hacinamiento” (Iglesias de Ussel, 1993) como consecuencia de los cambios referidos. Las medidas limitativas de la superficie se contradicen con el tamaño de las familias de los estratos bajos, habitualmente atendidas por los programas estatales de vivienda. Aparece entonces una contradicción entre las crecientes necesidades de superficie a medida que se desciende en el estrato social y una marcada disminución de la superficie que se destina para sus ocupantes.

Recordamos a nuestros lectores, y a los que se dicen llamarse peronistas, que la vivienda social en el Peronismo (1946-1955), se otorgaban viviendas con una superficie de 100 m2 , de los cuales 70 m2 y más, eran con techo (por el momento no desarrollaremos este ítem). En 1952 por vía del ministerio de Obra Pública y el B.H.N se había construido 217.000 viviendas en solo 5 años.

En 1977 con la sanción de la Ley nacional Nº 21.581, más conocida como la “Ley FONAVI”, se inició una política de vivienda en todo el país que marcaría con sus aciertos y errores los siguientes quince años. A los efectos del tema que nos ocupa, es importante destacar que su producto principal, la “vivienda terminada llave en mano”, era de superficies generosas (al menos vistas desde la situación actual).

La más frecuente era de tres dormitorios (74 m2 aproximado) pero también se construían de dos (59 m2) y de cuatro (90 m2) para las familias más numerosas. Estas unidades se adjudicaban teniendo en cuenta el número de miembros de los hogares y no su capacidad de pago.

Entonces, ¿cómo es posible que una “década ganada”, como se afirma, es que se hacen viviendas de 43 m2, 46 m2 y no más?, ¿esta es en una época donde hay cinco veces más recursos que en los años reseñados?

¿Eva Perón hubiese construido viviendas de 43 m2, con el nivel de ingresos que recibió nuestro país y la provincia en los últimos años?

Un amigo con un buen pasar económico, me confesó que las casas que se construyen como soluciones habitacionales en las áreas rurales, tienen el “tamaño de su garaje”.

Concluyendo

Nuestra provincia no escapa del déficit habitacional. Del análisis del último Censo en 2010, surge que nuestra provincia acumula una cantidad de vivienda con necesidades más de 51% de su población padeciendo algún tipo de déficit habitacional.

La inversión no solo debe ser en vivienda sino también en servicios elementales como agua y cloacas. Es muy alta la cantidad de familias que viven en ranchos (a pesar del plan de erradicación de ranchos puesto en marcha por el gobierno) casas precarias, casillas, etc.

A pesar de las inversiones y de un alto crecimiento económico no se resolvió el problema de la vivienda digna y del acceso a ella.

El objeto de estas reflexiones es llamar la atención acerca de una problemática de notable relevancia por las consecuencias que puede ocasionar a nivel personal, familiar y social y qué por no ser directa, visible, tiende a quedar en segundo plano en la agenda de los gobiernos.

Por Hugo Manfredi.

[i] En Lentini, Mercedes y Palero, Delia. UNCuyo. Boletín INVI Nº 31, 1997. Vol.12: 23-32 “El hacinamiento: la dimensión no visible del déficit habitacional”

Déficit habitacional y hacinamiento. Santiago del Estero. PARTE 1

De acuerdo con los datos del censo de población, durante la última década la necesidad de viviendas nuevas por cuestiones demográficas creció por encima que la oferta, es decir, lo efectiva.

Sin embargo, otro aspecto central de esta problemática ataña a la cualidad de los materiales sobre lo que están construidas las viviendas. Para agrupar el conjunto de situaciones que describen la calidad constructiva de las viviendas recurrimos a la metodología elaborada por el Proyecto “Indicadores y Aplicación de Información sobre vivienda en Argentina” (IAIVA) [i].

  • Calidad I: Calidad satisfactoria: aquellas viviendas en condiciones materiales y que no requieren reparación o ampliación para responder a las necesidades del hogar. Materiales resistentes y sólidos en todos los componentes constituidos (pisos, paredes y techos) e incorpora todos los elementos de aislación y terminación.
  • Calidad II y III: Calidad básica: las viviendas deben ser modificadas, ya sea ampliadas o reparadas, para que su calidad material se torne adecuada. INCALMAT II (materiales resistentes y sólidos en todos los componentes constitutivos pero faltan elementos de aislación o terminación al menos en uno de estos) e INCALMAT III (materiales resistentes y sólidos en todos los componentes constitutivos pero le faltan elementos de aislación o terminación en todos estos, o bien, presenta techos de chapa o de metal o fibrocemento y otros sin cielorraso, o paredes de chapa, de metal o fibrocemento).
  • Calidad IV: calidad insuficiente: INCALMA IV (materiales no resistentes al menos en uno de los componentes constitutivos).

Cuadro I: hogares según la calidad de material de la vivienda en Sgo. del Estero. Año 2010.

Cuadro 1

Fuente: INDEC 2010.

Como puede observarse, el 59,6% de los hogares santiagueños no están en la Categoría I (que agrupa aquellas viviendas cuyos materiales son satisfactorios). Se trata de 129.985 hogares, de los cuales 43.187 hogares (el 19,3% del total) presentan materiales no resistentes al menos en uno de componentes constitutivos.

  • Histórica: uno de los afrontados por las políticas públicas ha consistido en garantizar el acceso a una vivienda adecuada. Esto constituye una necesidad básica que puede ser satisfecha entendiendo las posibilidades de acceso a un conjunto de la población, y en especial a los sectores más postergados.

El indicador “viviendas con características deficitarias” se construye a partir de las siguientes categorías:

  1. Casa tipo B: son las casas que cumplen al menos una de las siguientes condiciones: tienen piso de tierra, no tienen provisión de agua por cañería dentro de la vivienda, o no disponen de baño con descarga de agua.
  2. Vivienda precaria: incluye los ranchos, casillas, piezas en inquilinato, locales no construidos para habitación y viviendas móviles (no se considera los hoteles y pensiones).

Las viviendas con características deficitarias se clasifican en base a dos criterios: recuperables e irrecuperables.

Las viviendas precarias son definidas como deficitarias irrecuperables ya que se considera insuficiente la calidad constructiva de sus materiales al punto de que no corresponde realizar mejoras parciales. En estos casos, lo indicado es directo, reemplazar la vivienda.

Las casas tipos A y los departamentos no forman parte de este indicador ya que se consideran viviendas no deficitarias.

A continuación presentamos el Cuadro II que ilustra la variación intercensal medida para las viviendas particulares con características deficitarias en la provincia de Santiago del Estero.

Cuadro II: viviendas particulares con características deficitarias. Año 2001-2010. (en porcentajes)

Cuadro 2

Fuente: INDEC.

Observamos que con respecto al censo 2001, la provincia en términos relativos ha disminuido la proporción de viviendas deficitarias en un 8,4%. En el mismo periodo, disminuyeron, por ejemplo: Misiones (11,7%), Jujuy (11,4%), Corrientes (10,3%) y Catamarca (9,5%).

Hacinamiento

El hacinamiento implica la presencia de un elevado número de personas en un espacio reducido. El concepto hace referencia a la precariedad que supone una situación en que las personas habitan un determinado espacio que posee condiciones inferiores a la capacidad que tal espacio debería contener, de acuerdo a los parámetros de comodidad, seguridad e higiene.

Queremos recordar que muchos de las “soluciones habitacionales” en nuestra provincia tienen 43 mde construcción, con 2 dormitorios de 3 x 3 mts.

El hacinamiento tiene como principal consecuencia la generación de un ambiente no apto para una habitacionalidad satisfactoria, ya que tantos los recursos como los elementos característicos de ese espacio empiezan a perder sus rasgos esenciales. Por lo tanto, la unidad habitacional debería posibilitar una adecuada relación entre los integrantes del hogar y el número de cuartos que dispone, así como también proporcionar el acceso al uso exclusivo del baño.

El hacinamiento crítico describe a aquellos hogares que presentan más de tres personas por cuarto.

Cuadro III: hogar con hacinamiento critico en Sgo. del Estero. Año 2001-2010

Cuadro 3

Fuente: INDEC. CENSO 2010

En comparación al Censo 2010, el porcentaje de hogares con hacinamiento critico disminuye en nuestra provincia en un 2,4%. Pero las provincias que denotan una mayor disminución son: Jujuy, Formosa y Chaco con descensos de 3,8; 3,7; y 3,2 puntos porcentuales, respectiva.

Antigüedad de la vivienda

Dicha variable permite analizar la antigüedad del patrimonio habitacional de la provincia. Este registro permite caracterizar la problemática relacionada con la antigüedad edilicia y la degradación de los materiales constructivos, así como los consiguientes problemas que ello implica.

El siguiente muestra los porcentajes de hogares según la antigüedad de la vivienda en nuestra provincia.

Cuadro IV: hogares por antigüedad de vivienda. Año 2010

Cuadro 4

Fuente: INDEC. 2010

Las provincias de: Tierra del Fuego con 50,1%, Misiones con 46,1%, Santa Cruz con 39,5% y Formosa con 37,4% presentan una mayor proporción de viviendas construidas en los últimos 10 años.

[i] A Saber. Se han tomado como referencia los estudios realizados por la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda en convenio con la Univ. Nac. de Quilmes en el proyecto IAIVA, que propone metodologías elaboradas utilizando indicadores consensuados y vigentes en el ámbito academico nacional e internacional (2005-2006). Ver http://www.vivienda.gov.ar/doceestadisticas.php

Nuestro Humilde homenaje al Dr. Ramón Carrillo

Ramón Carrillo murió lejos de la Patria y en la mayor pobreza; así se expresaba en la última carta a su amigo, el periodista Segundo Ponzio Godoy:

Mi querido Ponzio:

Yo no sé cuánto tiempo más voy a vivir, posiblemente poco, salvo un milagro. También puedo quedar inutilizado y sólo vivir algo más. Ahora estoy con todas mis facultades mentales claras y lúcidas y quiero nombrarte el albacea de mi buen nombre y ho­nor. Quiero que no dudes de mi honradez, pues pue­des poner las manos en el fuego por mí. He vivido gal­gueando y si examinas mi declaración de bienes y mi presentación a la Comisión Investigadora, encontrarás la clave de muchas cosas. Vos mismo intuiste con certe­za lo que pasaba en mí y me ofreciste unos pesos. Por pudor siempre oculté mis angustias económicas, pero nunca recurrí a ningún procedimiento ilícito, que esta­ba a mi alcance y no lo hice por congénita configura­ción moral y mental. Eran cosas que mi espíritu no podía superar.

Ahora vivo en la mayor pobreza, mayor de la que nadie puede imaginar, y sobrevivo gracias a la caridad de un amigo. Por orgullo no puedo exhibir mi miseria a nadie, ni a mi familia, pero si a un hermano como vos, que quizás (conociéndome) puedas comprenderme.

No tengo la certeza de que algún día alcance a defenderme solo, pero en todo caso si yo desaparezco, queda mi obra y queda la verdad sobre mi gigantesco esfuerzo donde dejé mi vida.

Esta obra debe ser reconocida y yo no puedo pasar a la historia como un malversador y ladrón de nafta. Mis ex colaboradores conocen la verdad y la severidad con que manejé las cosas dentro de un tremendo mundo de angustias e infamias. Ellos pueden ayudarte.

Mi capacidad de trabajo está muy reducida; vivo como médico rural en una aldea. Ahora de nuevo me quedé sin puesto, pues la Compañía donde actuaba le­vantó campamento. A mí, poco a poco, se me han ce­rrado las puertas y no pasa un día que no reciba un golpe. Poco a poco mi organismo ha comenzado a desintegrarse definitivamente. He aceptado todo con la resignación que me es característica. No tengo odios y he juzgado y tratado a los hombres siempre por su lado bueno, buscando el rincón que en cada uno de nosotros alberga el soplo divino.

El tiempo y solo el implacable tiempo, dirá si tuve razón o no al escribirte esta carta, ya que en el hori­zonte de mis afectos, no veo a nadie más capaz que vos de tomar esta tarea cuando llegue el momento, que llegará, cuando las pasiones encuentren su justo nivel.

Belém do Pará, 6 de septiembre de 1956.

“Configuración socio-económica de Santiago del Estero”: antecedentes histórico del espacio social

_ Bourdieu (1999) sostiene que el lugar, puede ser visto desde dos perspectivas que son desde:

1º) El Espacio Físico:

  1. Donde una cosa o un agente están situado, es decir como localización (desde el punto de vista relacional).
  2. El “sitio” ocupado puede definirse como la extensión, la superficie, el volumen que un individuo o una cosa en el espacio físico, sus dimensiones, o mejor su volumen exterior.

2º) Posición (espacio social):

  1. Supone un rango en un determinado orden.
  2. Los agentes se constituyen como tales en y por la relación con el espacio social.
  3. Este es construido de una manera en que más cerca estén los grupos, agentes o instituciones, más propiedades en común tendrán.
  4. La posición que ocupe un determinado agente en el espacio social, podrá ser caracterizado según su posición relativa con respecto a otros lugares y por la distancia que los separa de ellos.

_Si bien Bourdieu realiza una analítica entre espacio físico y social, las estructuras del espacio social están inscritas en el espacio físico: el espacio social se retraduce en el espacio físico, pero siempre de una manera más o menos turbia. El poder sobre el espacio que da la posesión del capital en sus diversos espacios, se manifiesta en el espacio físico apropiado, en la forma de determinada relación entre la estructura espacial de la distribución de los agentes y la estructura espacial de la distribución de los bienes o servicios, privados o públicos.

_Los antecedentes históricos de esta configuración, influyeron directa o indirectamente, como por ejemplo, en la conformación de la estructura social agraria de la provincia, y que esto permitirá analizar y comprender los antecedentes del espacio social, en el cual surgió el campesino en la provincia.

_ El carácter agroexportador del país sesgó la problemática del desarrollo agrario en la Argentina y el estudio de las transformaciones sociales y productivas, hacia los procesos económicos y sociales que ocurrieron en la pampa húmeda. De esta manera, dicha región, asociada a la empresa familiar capitalizada, se erigió como modelo estereotipada de la estructura social agraria Argentina.

_Decía Dargoltz (2003), “al identificarse a la región pampeana con el resto del país, las regiones carecieron de pasado, de historia, de economía y por cierto que otras formas de producción pasaron a ser totalmente dependientes de la pampa húmeda».

_Esta situación de invisibilidad y de dependencia, transmite una falsa idea de homogeneidad sobre la naturaleza y dirección de los procesos económicos y sociales.

_La subordinación de las economías regionales a un desarrollo nacional centrado en la región pampeana supuso:

  1. La exclusión de regiones productivas.
  2. El silenciamiento.
  3. El arrinconamiento de la heterogeneidad de los sujetos sociales agrarios (campesinos, pequeños productores, trabajadores rurales, etc.)
  4. Y el oscurecimiento de otras dimensiones, como: la cultura, estilos de vida, y estrategias productivas que subyacen a las particularidades de la estructura social agraria Argentina.

_ La historia social agraria de Santiago, no estuvo ajena a este proceso.

Su devenir histórico es la crónica de:

  1. Un largo proceso de descapitalización humana.
  2. Perdida de su importancia económica.
  3. Descuido de su diversidad ambiental.
  4. Depredación de sus recursos naturales: tierra y bosques.

Dicha situación se manifiesta:

  • En los altos índices de pobreza: 26,2% en los hogares. El 31,6% de NBI
  • Migraciones: El 41% de los santiagueños nativos, viven fueran de la provincia.
  • Bajo Producto Bruto Interno: 0,80% PBG, una de las provincias con menor desarrollo relativo del país.
  • Deterioro de sus recursos naturales.

_Actualmente es una de las provincias con mayor % de población rural (33,9%) y con más presencia de pequeños y medianos productores del país.

Por ejemplo la CNA en el 2002:

  • 40,1% de EAP menos de 25 has.
  • 22,8% entre 25 a 100 has.
  • 9,2% entre 100 a 200 has.

_El 72,08% de la estructura agraria santiagueña está compuesta por pequeños y medianos productores, estos solo controlan el 6,43% del total de la superficie de la provincia.

Existe:

  • Alta concentración de la propiedad.
  • Alto porcentaje de situaciones con tenencia precaria de la tierra.
  • La expansión de la frontera agropecuaria, a partir de 1970.

Los cuales configuran un escenario donde el arrinconamiento y el desplazamiento de campesinos y medianos productores hasta 200 HAS (es una de las características principales de la historia agraria santiagueña).
.1) El Periodo Colonial: Santiago, fue una de las provincias con mayor incidencia tanto política como económica de la región. Era un centro político-geográfico regional (Alen Lascano, 1996), Madre de Ciudades (O. Di Lulo, 1937).

Plano Político:

  1. Primera ciudad del actual territorio nacional (1553).
  2. Partieron los avances expedicionarios hacia todo el NOA. ¿OBJETIVO? Fundar nuevas capitales que facilitaran la comunicación con el Alto Perú.
  3. Fundaron: Londres (1558), Ciudad de Calchaquí (1559), Cañete (1560), Tucumán (1565), Salta (1582), La Rioja (1591) y Jujuy (1593).

Plano Económico:

  1. Intento por “refuncionalizar” la clásica estructura agraria de subsistencia con un incipiente desarrollo industrial.
  2. Imponer nuevas formas de organización del trabajo.
  3. Imponer nuevas formas de ocupación de la tierra y de asentamiento poblacional (Aparicio, 1985).

_El cambio en la configuración económica y social se produjo en base a tres ejes:

  1. La entrega de tierras a través de “mercedes”, en general, grandes extensiones sin límites precisos, siendo los beneficiarios los conquistadores, congregaciones religiosas, y servidores civiles y militares.
  2. El sistema de encomiendas, que implicó un sistema de ocupación productiva del territorio, por el cual se entregaba parcelas de tierras a los conquistadores en concepto de recompensa o tributo por los servicios prestados. Dicho sistema funciono en base al disciplinamiento de las poblaciones indígenas locales con el objetivo de reordenar el trabajo de la tierra y de transformar de manera artesanal de los bienes primarios.
  3. La apropiación de las técnicas y producciones agrarias indígenas, incorporándoles nuevos elementos traídos por los conquistadores (invasores), como por ejemplo: ganado vacuno, semillas de algodón, la vid y el trigo.

Mercedes: concesión para extraer frutos de la tierra que se daban primero por una vida y luego por dos, con el objeto de obtener tributos en general materializados a través de la renta en trabajo a que se sometía a las poblaciones indígenas.

_ Existe una “refuncionalización” de la economía santiagueña en las reducciones jesuíticas, el establecimiento cumplió un rol evangelizador y cultural, sino que también constituían comunidades dedicadas al trabajo agrícola-ganadero socialmente protegido, capaces de arraigar al hombre, a la tierra e integrarlas a la vida “civilizada”, (Alen Lascano, 1996: 137). Alen Lascano rescata el papel económico y social realizado por los jesuitas, las condiciones laborales a los cuales se sometía a los indios fueron excesivas y, sumadas a otros factores (enfermedades, cambios en la alimentación) llevaron a una disminución importante de dichas poblaciones.

_ Entre los productos básicos de la estructura agraria-artesanal santiagueña, Alen Lascano (1973) destaca la importancia de la industrialización del trigo y del algodón. El trigo era transformado en harina para el consumo local y su venta a Bs.As., y otras provincias vecinas. El algodón, principal cultivo agrario, era manufacturado en los obrajes textiles, y se constituyó en una variante del sistema de encomienda.

Estos últimos se erigieron en verdaderas fábricas dedicadas al:

Tejido

Hilados          paños de algodón    con mano de obra indígena de carácter servicial

Teñidos

_ La industria textil santiagueña, fue la más importante de la jurisdicción y se comercializaba tanto hacia provincias vecinas como hacia el Potosí. Es así como la “ropa de Tucumán” se constituye en la primera manifestación del industrialismo artesanal y la piedra inicial del comercio internacional argentino.

_ Santiago Bilbao (1967), nos dice que en los departamentos Copo y Alberdi, resalta la importancia de la extracción de miel silvestre y cera realizada por el melero (generalmente por el indio), quienes las intercambiabas por productos europeos con los jesuitas (estos los acopiaban y comercializaban hacia Chile, Potosí y Perú). La miel era un producto de consumo popular que reemplazaba al azúcar, así como el uso obligatorio en la iluminación y el culto religioso.

_ Otra actividad de importancia fue la ganadería. Según Alen Lascano (1973), dicha actividad nació alentada por los misioneros jesuíticos, siendo sus reducciones el antecedente inmediato de las estancias ganaderas. Caballos y mulas eran traídos desde el litoral para su engorde en las praderas santiagueñas, y luego se las llevaba a los valles salteños para ser vendidas al Alto Perú.

_ El periodo colonial llegó a su fin con las guerras por la Independencia (1812-1819). La apertura del puerto de Bs.As. y el consecuente ingreso comercial de las manufacturas inglesas interrumpieron el desarrollo de aquellas nuevas formas de actividades económicas.

_En efecto, la política liberal de los primeros gobiernos patrios, orientando a:

  1. La obtención de recursos fiscales.
  2. El desarrollo de la ganadería bonaerense, asociada al comercio de importancia inglés, condujo a una reconfiguración económica y social de las economías regionales por:
  • La imposibilidad de competir en precios con las manufacturas inglesas.
  • Y la interrupción del comercio con el Alto Perú.

Y a la vez generó:

  • Un proceso de destrucción de las industrias provinciales.
  • Que las actividades agropecuarias se redujeran a una actividad de subsistencia.
  • Y a la ganadería como inicio factor dinámico de la economía provincial.

_ El final del periodo colonial, significó, en especial para Santiago y el NOA:

  1. Delegar el poder económico y político en manos de Bs.As.
  2. El empobrecimiento de una gran cantidad de artesanos y trabajadores del interior
  3. Sumado a la extinción de la población indígena como consecuencias de las malas condiciones laborales en los obrajes textiles: constituyó el primer antecedente de éxodo y migración de la población santiagueña.
  4. Dicha situación se exacerba a partir del reclutamiento de hombres, para los ejércitos que lucharon por la independencia y, alrededor de 1820, para las montoneras organizadas por los caudillos federales.

2) El Periodo Ganadero (1810-1885)

_La formación de un modelo nacional agroexportador, implicó que la única actividad comercial posible para Santiago del Estero fuera la venta de: vacunos, caprinos y lanas con destino a Bs.As. y al litoral, y la comercialización de vacunos en pie, caballares y mulares a las provincias del norte (Aparicio, 1985).

_Se pasó del «obraje textil a la encomienda ganadera», con base organizativa en las estancias ganaderas.

_La desaparición del Obraje Textil implicó que el industrialismo artesanal, quedara relegado a la fabricación en telares hogareños de paños y trajes para uso doméstico en muy pequeña cantidad, y en zonas campesinas alejadas de la ciudad capital. Del mismo modo, la lana reemplazo al algodón como materia prima en la producción de tejidos.

Esto redujo significativamente las plantaciones de algodón hasta casi su extinción hacia mediados del siglo XIX (Alen Lascano, 1973).

_El antecedente inmediato de las estancias ganaderas, debemos situarlas en la instalación de las reducciones jesuíticas. Junto a éstas se fueron asentando los españoles y criollos como ganaderos y colaboradores de los jesuitas, alentado por las reducciones y el paulatino retiro de los indígenas monte adentro, o por circunstanciales estadías en las misiones.

_ Santiago del Estero, ocupaba el quinto lugar en existencia ganadera.

_ La actividad mayormente de recursos de raza criolla, se realizaba a campo libre (sin alambrados) y en busca de pastos naturales en la cercanía de los ríos donde se llevaba a beber a la hacienda (Alen Lascano, 1973).

_La actividad ganadera se concentraba en establecimientos y estancias organizadas en forma empresarial con el aporte de mano de obra asalariada permanente. Sin embargo, el carácter empresarial no era una constante en la provincia. Según Bilbao, el carácter empresarial, en el departamento Copo, desde la perspectiva centrada en aspectos culturales, revela que los establecimientos ganaderos suponían una organización «señorial, patriarcal, latifundista» y con una alta tendencia al autoabastecimiento. Aquí los contratos de trabajo eran en base al pago en comida y en habitación, y la institución de compradazgo se erigió en la característica predominante de dicha actividad.

_Las condiciones naturales hicieron que la expansión de la actividad encontrara un límite: por el agotamiento de los pastizales y la saturación de propietarios de haciendas sobre el Rio Salado (ocasionada por la subdivisión por herencia de los rodeos y de tierras) generaron la marcha de estos ganaderos más al norte.

_A partir de 1860, el establecimiento de una nueva línea de fortines permitió la incorporación de nuevas tierras cultivables, para el pastoreo de ganado y la ampliación de la superficie bajo riego. De esta manera los últimos cuarenta años del siglo XIX, con la desaparición de los últimos resabios del “industrialismo artesanal”, la economía santiagueña adquirió una configuración netamente “agrícola-ganadera”.

_ Mientras que al sur del rio Salado, la estancia ganadera se erigió como la figura prevaleciente, en la margen izquierda, colonias rurales de carácter cívico-militar, constituían una especie de establecimiento agrícola, en donde a los soldados que no recibían paga alguna, se les otorgaba un pedazo de tierra para el cultivo de trigo, maíz, melones y otros productos. Estos debían cultivar hasta poder demostrar una provisión de alimentos suficientes para abastecer a su familia durante el invierno (Aparicio, R, 1985).

_ En la actividad agrícola predominan dos centros de organización:  a) chacras y quintas, alrededor de las ciudades, en superficies de 7 has. a 30 has., en las cuales se cultivaban árboles frutales, verduras y legumbres.

b) en los establecimientos: ubicados en las cercanías de la Capital, Banda y Robles, combinaban la actividad ganadera con la agrícola, generalmente con alfalfa y aquella de mayor tamaño.

_ Ingenios azucareros:

Hacia fines del periodo se instalaron ingenios azucareros apoyados por capitales franceses. Se llegó a contar con 8 ingenios con numerosos agricultores ligados a éstos a través de contratos de entrega de producción. Alen Lascano (1975) también destaca, para la misma región, hacia la década de 1880, el surgimiento y expansión de establecimientos vitivinícolas.

_Causas de la desaparición:

Dargoltz, R. (1998):

  • Sobreproducción.
  • Altas tarifas ferroviarias.
  • Imposibilidad de colocar su producción en el mercado interno.
  • Falta de ayuda oficial.

Pucci, R. (1995): la política liberal del puerto de Bs.As. alentaba el trazado del ferrocarril, privilegiaba a otras regiones. Sostiene que, de no haber sido por esta situación, la caña en la provincia podría haber corrido otra suerte.

3) El Periodo Forestal (1885-1935)

_ Estuvo signado por la relación entre el ferrocarril y la demanda de productos forestales para la construcción de las vías férreas. Podemos situar el inicio de la actividad forestal a gran escala en Santiago del Estero hacia 1.888, con el primer contrato de maderas para proveer durmientes al ferrocarril de Súnchales.

_ Se puede concluir que la actividad forestal, que se erigió en base de la figura del obraje como forma de organización social de la producción, trajo importantes cambios en la configuración social y económica de la provincia. Estos cambios están relacionados a dos pares de conceptos: obraje- latifundio y obraje-ferrocarril.

_ Los bosques talados fueron ocupados por la ganadería en forma extensiva. Aparicio (1985) sostiene que, no existen evidencias concretas acerca  si el obrajero y el estanciero eran el mismo sujeto social. En sus palabras, “las descripciones halladas abonan distintas combinaciones posibles”: establecimientos agropecuarios que incluyen obrajes; estancieros que arriendan las superficies con bosques y obrajeros que incorporan ganadería y agricultura” (Aparicio; 1985: 29).

_ La actividad agrícola evidenció un impulso a partir de la construcción de sistema de riego aumentando la superficie bajo riego. La superficie provincial destinada a la agricultura solo abarcaba el 0,4% de la superficie total. En las zonas bajo riego y cercanas al ferrocarril (departamentos Banda, Robles y Capital), grandes establecimientos se dedicaban a la producción de alfalfa para forrajes en base al empleo de la mano de obra asalariada o en base al sistema de “agregados” (el sistema se basaba en el préstamo de 1 a 4 HAS para el cultivo de cereales, las que luego de 2 a 3 años quedaban aptas para la siembra de alfalfa.( Aparicio, 1985). Dicha producción era comercializada hacia Tucumán, Salta y Bs.As. También había un sector de productores “chacareros” que producían hortalizas y legumbres, y para consumo familiar el maíz, trigo, zapallo, sandia y melón. En estos departamentos las explotaciones de menos de 25 has; representan el 90% de las explotaciones de este tamaño. Dicha situación se contrasta con una estructura agraria concentrada, ya que en toda la provincia las explotaciones de más de 1000 has; ocupaban el 75% de la superficie relevada por el censo de 1914 (Aparicio, 1985).

_Conjuntamente con la declinación de la actividad forestal, los agrosistemas se recuperaron a través del aumento de la superficie con alfalfa (que entre 1906 y 1918 se incrementa en un 900%) y del trigo (entre 1914 y 1918 un 500%). La agricultura comenzó así a recuperar su importancia, permitiendo diversificar la producción y lograr una mayor participación provincial en el mercado nacional. Aparicio (1985) sostiene que entre 1914 y 1937, la producción agropecuaria de la provincia creció a una tasa del 2,8% anual como consecuencia de un aumento de la productividad, ya que no se incorporaron tierras a la producción.

_ En el periodo (1914-1937), las explotaciones agropecuarias de la provincia, crecieron un 434%, un tercio de ellas estaban compuestas por minifundios de menos de 25 has; en donde la mano de obra utilizada era casi exclusivamente familiar.

_ Como hipótesis, los autores sostienen un proceso de campesinizacion de los trabajadores rurales ante la caída de la actividad obrajera y ganadera (Aparicio, 1985; Benencia, 1988).

4) Periodo de 1935-1960:

_ Renace la actividad forestal, aunque sin llegar a los niveles de importancia que tuvo durante la expansión. El tendido del ferrocarril Forres-Córdoba que puso en explotación los quebrachales del sur santiagueño, que había permanecido poco explotados y la extracción de tanino, que reemplazo la provisión de durmientes, fueron los motivos que explicaron este renacimiento (Aparicio, 1985).

_ Se instalan cuatro fábricas de tanino en el país, dos de ellas en Santiago; dichas fabricas subsistieron aproximadamente 20 años gracias a la demanda ocasionada por las guerras y por política de Estados Unidos de acumulación de stock, hasta que la “Forestal” decidió reemplazar los bosques argentinos por la plantación de acacia o mimosa de las colonias británicas de África.

_ Por otra parte, la explotación del bosque no se redujo únicamente a la extracción de tanino, sino que también a la producción de leña y carbón para la combustión ante la imposibilidad de importarlo.

_ Aun cuando la actividad estaba en clara declinación, el 25% del P.E.A. de la provincia estaba ocupada en la explotación forestal.

_ El contexto político y económico nacional, que incluía elementos de desarrollo industrial para la sustitución de importaciones, y los consecuentes fenómenos de urbanización de Capital Federal y el Gran Bs.As. tuvo su correlato en la provincia.

_ A partir de la crisis de 1930 la actividad agrícola tuvo un nuevo impulso debido por un lado, a la decisión oficial de implementar obras de riego para paliar la crisis de los sectores ganaderos y forestales, y por otro lado, a la necesidad de sustituir importaciones, situación que induce al fomento de la producción de cultivos industriales.

_ La producción de algodón se expande de 4080 has en 1924 a 25000 en 1934. Ya en 1935 la provincia contaba con 15 desmotadoras  y 2 fábricas de aceite de algodón. También se implementaron proyectos para el impulso básicamente de la producción hortícola. El objetivo era lograr el fortalecimiento del sector minifundista, ya que esta producción estaba tradicionalmente en manos de este sector (Aparicio, 1985).

_ En cuanto al sector de pequeños productores el CNA de 1947, mostraron que el proceso de “campesinizacion” del periodo anterior sufrió a partir de allí un retroceso, reflejado en un descenso del 42% entre las explotaciones de menos de 25 has. Durante la década del ’50, la provincia fue testigo de un proceso de “recampesinizacion”, determinado por la quiebra de las empresas productoras de tanino de quebracho, las cuales habían sido empleadoras de los antiguos hacheros. Esta “recampesinizacion” se ve reflejada en el CNA del ’60, el cual determina que el 65% de las explotaciones de la provincia tenían menos de 25 has, con una gran proporción (71%) de mano de obra familiar. (Dargoltz, 1997).

_ Sin embargo, paralelamente a estas transformaciones, se acentuó el proceso inmigratorio. Mientras que el censo de 1947 registró un 26% de los santiagueños residían en otras provincias, en 1960 las cifras eran de un 40%.

5) El Periodo 1960-1970:

_ En el CNA de 1960:

  • Eaps hasta 25 has: 65,82%. 8,02% superficie total.
  • Eaps 25 a 100 has: 17,04%.
  • Eaps 100 a 200 has: 8, 02%, 5,77% superficie total.
  • Eaps más de 1000 has: 2,81%, 65,65% superficie total.

_ En 1964 un trabajo realizado por el Consejo Nacional de Desarrollo, dividió al país en zonas y dentro de ellas, en subzonas, para controlar las variaciones más importantes en cuanto a recursos y estructura del sector agropecuario. Además construyo una tipología de unidades que consideraba la capacidad de dar ocupación productiva a determinada cantidad de hombres. De esta manera, conformaron cuatro tipo de explotaciones: subfamiliar, familiar, multifamiliar mediana y grande. Santiago del Estero estaba incluido en las subzonas chaqueña sur y subzona boscosa perteneciente a las zonas chaqueña y noroeste respectivamente.

_ Trabas al desarrollo:

  1. Los bajos índices de capitalización.
  2. La degradación del medio como consecuencia de la explotación forestal exhaustiva y el sobrepastoreo.
  3. La defectuosa división de la tierra que ofrecía el contrate entre un crecido número de minifundios y una escasa cantidad de predios de tamaño familiar frente a las grandes explotaciones.
  4. La falta de agua y el consecuente desmejoramiento o las pérdidas de los pastizales.

Estos factores implicaron un aumento de la migración de la población rural hacia centros urbanos en la subzona chaqueña sur del 55%.

_ La producción creció a un ritmo sostenido del 4,8%, como consecuencia del aumento del área bajo riego. Esto generó un desarrollo asimétrico departamental.

_ En 1966, se puso en práctica en el área de riego y con mayor énfasis de los departamentos (Banda y Robles), un proyecto de colonización llevado a cabo por el Estado, a través de la Corporación del Rio Dulce (C.R.D.) este proyecto apuntaba a desarrollar la cadena agroindustrial de tomate para conservas, financiándose con fondos del BID y enmarcándose en las políticas de la “Alianza para el Progreso” que impulsaba Washington en Latinoamérica.

Nacido con la vida de lograr la desaparición de las chacras de menos de 5 has, de aumentar notablemente la superficie de poder de chacras medianas (10 a 20 has) que se triplicarían, y consecuentemente disminuir en términos absolutos y relativos la importancia de las mayores de 50 has, así como la desaparición de las chacras de más de 100 has, el proyecto del R.D, no pudo alcanzar satisfactoriamente ninguno de estos objetivos. Pese a estas metas planteadas inicialmente, la reestructuración parcelaria no fue completada, e incluso se expandieron aquellos estratos que se buscaban erradicar: los predios mayores de 50 has aumentaron entre 1965 y 1982  del 47% al 49,2% y aquellos menores de 5 has pasaron, en el mismo periodo de 6,8% a 11,1% (Aparicio, 1985).

_ Este proceso de modernización tuvo importantes consecuencias en la estructura agraria santiagueña. A finales de la década el CNA dan cuenta de un aumento de la superficie operada (79,69%) es por:

  • Corrimiento de la frontera agropecuaria.
  • Aumento de explotaciones (8,07%).

_ Pero en los estratos de 25 has. disminuye en términos absoluto de 65,85% en 1960 a 60,52% en 1969. Lo mismo sucede con la superficie controlada, en 1960 era de 2,75%, en 1969 del 1,69%.

_ Conclusión:

  1. La modernización de la agricultura, aun a pesar de algunos programas estatales, trae aparejado la expropiación y expulsión de pequeños productores campesinos.
  2. El aumento de la producción agrícola tampoco significó mejoras en las condiciones de vida la población.
  3. Un amplio espectro de la población rural santiagueña estaba sujeta a situaciones de subempleo tanto técnico como económico.

_ La tasa de actividad disminuyó en 2,4% en la rama de actividad de “agricultura” entre 1960 y 1970 (Paz y Zurita, 2000).

6) El Panorama Provincial hasta la actualidad.

_ A medida de la década del ’70, y profundizadas a fines del siglo XX, se aplicaron políticas económicas neoliberales. Estas se basan en la premisa de que “el mercado” es el mayor asignador de recursos de una sociedad, por lo cual el Estado sólo debe intervenir en la medida que garantice su buen funcionamiento. De esta manera se fijan nuevas prioridades en la economía, como la apertura externa, la privatización de empresas públicas, la desregulación económica, la reducción de la presencia estatal, la disciplina fiscal y liberalización financiera.

_ En la agricultura, la aplicación de este tipo de política modificó el escenario:

  • Apertura de las fronteras para la importación y exportación de productos agrícola.
  • Eliminación de los mecanismos y organismos de la regulación estatales.
  • Profundización de la agroindustrialización por el incremento de los procesos de:
  • Transformación.
  • Producción agraria y la
  • Industrialización de la agricultura.
  • Comercialización.

_ En Argentina, estas medidas comenzaron a insinuarse a mediados de los `60, aunque se aplicaron definitivamente a principios de los `90. El impacto fue heterogéneo, a grandes rasgos, se podría afirmar que esta reorientación  de la economía agraria hacia la exportación favoreció a la producción del área pampeana, sobre todo en los rubros de cereales, oleaginosas y lácteos.

_ Santiago del Estero tampoco se vio privado de participar en este proceso. La expansión de la frontera agropecuaria llegó a la provincia a través de:

  • La introducción de cultivos orientados a la exportación.
  • Y del incremento del stock vacunos, ovinos y porcinos.

_ Esta expansión de producción agroexportables y ganaderas implicó:

  1. Sustitución de actividad de baja productividad como la ganadería caprina.
  2. Sustitución de la extracción de carbón de leña.
  3. Disminución de la superficie cultivada de producciones tradicionales como el maíz, algodón y alfalfa.

_ Los productos que lideraron la expansión fueron el poroto y la soja.

El excedente generado correspondió a empresas no residentes en la zona y en donde la producción, basada en un uso  intensivo del capital no modificó:

  • La demanda de mano de obra.
  • Ni implicó un aumento en los salarios.

_ En el CNA `88 marcaba la importancia que adquiría el cultivo de soja en la provincia. Ocupaba el 15,86% de la superficie implantada, seguida por el sorgo (15,20%), algodón (10,10%), el maíz (9,5%) y la alfalfa (4,95%).

_Luego de la desregulación de la economía en el ’91 y la consecuente desaparición de los entes encargados de fiscalizar y regular los productos regionales, la eliminación de los precios sostén, entre otras medidas (Teubal, M. y Rodríguez, 2001) y la aparición de nuevos paquetes tecnológicos (soja RR, glifosato, etc.) profundizaron, por un lado, la expansión de la frontera agropecuaria y por otro “sojizacion” de la provincia.

Dicha evolución no solo fue en detrimento de montes y bosques, sino también sobre otros cultivos provinciales.

_ Otro factor que remite a la expansión de la frontera agropecuaria, es el crecimiento del sector ganadero. El CNA ’02 marca un aumento en todas las especies en relación con CNA `88: 65,9% para la bovina, 143,3% para la ovina y 308,2%  para el ganado caprino.

_ Esta transformación del agro santiagueño no solo remite al crecimiento de productos exportables. Otro indicador es el aumento en la mecanización. En el 1988 había 3829 tractores en la provincia, la cifra ascendía a 4394 en el 2002. Con la soja transgénica hacen también su aparición la cosechadora integral y la siembra directa, asociados a los contratistas de servicios agropecuarios.

_ Dichas transformaciones impactaron sobre los actores sociales y por lo tanto, sobre la estructura agraria. En ese sentido, se evidencia durante el periodo un rápido proceso de concentración de la propiedad de la tierra, demarcando un fenómeno que se mantiene hasta la actualidad.

_ Estas transformaciones generaron:

  • Precarización de los niveles de vida rural en general.
  • Precarización de los campesinos y pequeños productores.
  • Fue una transformación excluyente.

Las estrategias de vida se modificaron:

  • En el desmonte de tierras resta el recurso de la leña a los pobladores.
  • Impide que el ganado caprino aproveche el monte como abrigo.
  • La disminución del cultivo de algodón sumado a la tecnificación, disminuyó las posibilidades de ingresos extraprediales.
  • También las migraciones estacionales se vio alterada.

_ Conclusión: el crecimiento económico producto de la “modernización” de la agricultura santiagueña implica una mayor concentración de los recursos y una mayor desigualdad en la distribución del excedente generado. Por otro lado, en este contexto de transformaciones con integración de cultivos otros netamente pampeanos en la agricultura santiagueña, se dio un giro en cuanto al papel del campesinado en los distintos complejos agroindustriales. Ya no es posible pensar en una inserción subordinada en el sistema pero funcional al capital agroindustrial de la pequeña producción campesina. Se trata de un proceso tendiente al arrinconamiento del modo de producción campesino.

Por Hugo R. Manfredi

Bibliografía específica:

Barbetta, Pablo N. «En los bordes de los jurídico. Conflictos por la tenencia legal de la tierra en Santiago del Estero». Tesis doctoral de la UBA. Programa de Posgrado, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. Marzo de 2009. Pag. 56-80.