El problema y los problemas de Santiago del Estero (Quinta parte)

Texto 13  El poder mediático-ideológico en Santiago del Estero

La casi totalidad de los medios  de información o “desinformación” sería más acertado decir, descartando internet y algunos portales en el mismo, funcionan como una usina de aquellos temas de “Interés de Estado”, que es casi todo directa o indirectamente deformado o modelado a la realidad que más le conviene a la casta política, que suele poner en circulación el pensamiento único que previamente ha sido elaborado en la Secretaria de Información o de Prensa o Difusión.

El gobierno reconoce la importancia de la información y de la cultura en el pueblo, sabe que un pueblo informado además culto es peligroso. La pretendida ideología surrealista basada en oníricos imaginarios se desvanece con los datos del INDEC o de la UNICEF, o de algún instituto, organización o fundación que revelan sobre la situación social o económica de la provincia. Y en eso no hay Dakar o GP, que tapen o escondan la cruda realidad.

Si de algo sirve las ideologías autoritarias, es machacar y restringir libertades básicas, privando a las masas del conocimiento y de la cultura más elemental sobre las propiedades del conocimiento, de las relaciones sociales de asociación y organización política como herramienta para la transformación y el crecimiento de la sociedad. Lo que vemos es un intento de desestructurar, desorientar y manipular las masas hasta su alienación.

Solo sirve y es auspiciado lo gestionado por los “intelectuales orgánicos” en su tarea de dominar, someter y generar pensamiento único, que solo pretende generar sumisión y obediencia al poder. Si se enterase Gramsci, Jauretche o Mariátegui, por citar algunos, volvería espantados a su tumba.

En ese objetivo de vaciar las mentes de su capacidad de pensar-conocer y decidir, por sí mismo, en realidad es exactamente la misma intencionalidad que tiene esta “casta política”, que controlan y deciden desde la “pauta oficial” a los medios, solo que ahora con otros medios más sofisticados, donde sobresalen los medios mediáticos de manipulación.

Y es que, la intención de desproveer del conocimiento a las grandes masas del pueblo para despolitizarla, sobre todo a la clase trabajadora, pues el conocimiento es el arma que más temen los malandras, y todo aquel que su actividad política está basada en las mentiras y en la manipulación para aprovecharse de su ignorancia.

La proclamada libertad de prensa, siempre lo entendieron como su propia libertad, la de una casta de políticos, libertad para mentir y deformar la realidad, siempre a su mezquina conveniencia. Del mismo modo que las numerosas fundaciones y otros arietes ideológicos del régimen y los Think tank para aquellos sectores más cultos de las universidades, empresariados, etc., para modelar cerebros en la falsa idea de la “democracia santiagueña”.

 

Texto 14  Los poderes del Estado

Llamaremos poderes políticos, centrándonos en el caso del Estado santiagueño, aquella variada forma o ramificaciones del poder del Estado. Hacemos referencias a los poderes que fueron incluidos en la Constitución y considerados como jurídicamente “legales”, serían los tres poderes clásicos mencionados y algunos más no mencionados o de forma marginal suelen tener una finalidad de defender, consolidar y legitimar el Poder del Estado santiagueño y a su “casta” dominante en el poder.

El Tribunal Superior de Justicia, los Fiscales de Estado, los Juzgados y los diferentes estamentos judiciales, son los que van a determinar si los hechos políticos son legales o ilegales, y por extensión democráticos.

Tienen numerosos cuestionamientos de que, son dependencias subordinadas al Poder Ejecutivo (una burocracia viciada por décadas de corrupción endógena).

Para entender la función política de un gobierno en la tarea de administrar los recursos y el presupuesto del Estado, no solo es determinante la naturaleza de ese partido político, sino que también y sobre todo es de suma importancia de la estructura estatal. Nos estamos refiriendo a los ciertos a los cientos de funcionarios fijos y permanentes estructurados y articulados a todos los aparatos del Estado.

Funcionaría de un modo cuando está al servicio de las clases trabajadoras y de los sectores más postergados de nuestra provincia, pero, lo que vemos es que, esta gigantesca burocracia está viciada y contaminada con los hábitos y necesidades del propio sistema capitalista prebendario, periférico, depredador, clientelar y corrupto.

En cuanto, a la Iglesia Católica santiagueña no deja de ser otra cosa que el aparato “espiritual” del Estado, y forma parte del entramado ideológico, de sus rituales y de la iconografía del gobierno. Salvo algunas honrosas excepciones como lo fue el Monseñor Sueldo y otros integrantes de las comunidades de base, la Iglesia santiagueña fue y es un poder que legitima y consolida el Régimen.

Todo este arsenal espiritual e ideológico al servicio incondicional del Estado santiagueño, no emite ni una sola crítica o reproche a los constantes “desmanes” del poder, y solo se escuchan voces aisladas.

Violaciones a los derechos humanos, detenciones indebidas, apremios ilegales, persecución, hostigamiento policial, desapariciones, crímenes no resueltos, manifestaciones prohibidas, represión, despidos a empleados por no pensar o disentir con el gobierno de turno, huelgas de hambre y más, todas ignoradas por la alta jerarquía de la Iglesia. Miran al costado, a cambio de garantizar, seguramente su financiamiento, su poder económico.

Cuanta extrañez al Monseñor Sueldo, a su Iglesia y a su labor pastoral.

Para los poderes fácticos uno de los aspectos estratégicos y fundamentales en el diseño del “Nuevo Santiago”, sería la configuración de los partidos políticos y de su actitud ante el Estado. Esto es, partidos, partiditos, “sellos de goma”, “rellenos democráticos” sumisos y legitimadores del poder del Estado. Dirigentes que habían resistido a la dictadura,  había enfrentado las políticas neoliberales de Menem y sus representantes en la provincia  (que hoy muchos son funcionarios del actual gobierno provincial), otros que se opusieron férreamente al juarismo, con coraje y honestidad, en su gran mayoría, hoy aparecen como domesticados y burocratizados, en papeles tristes y de vergonzantes complicidades ante las tropelías del actual gobierno provincial.

Esta partidocracia compuesta por técnicos en política, profesionales, aventureros, mercenarios y oportunistas, que entienden a la política como una profesión bien pagada al servicio del Estado y de sus poderes fácticos, estimulados por los consabidos “extras” económicos que el gobierno proporciona. Es una militancia que solo busca el favoritismo laboral o prebendas por parte del gobierno. Y de vez en cuando los “social oportunistas” y revolucionarios con “subsidios y de cotillón”, organizan seminarios, congresos o se hacen los de “ideologías de izquierda”, para buscar subvenciones, facilidades en la organización donde sobran recursos públicos y privados. Y lo más esencial, la carencia más absoluta de un ideario político.

Charlatanes que nos prometieron cambio político que iban a beneficiar a los más humildes y postergados de nuestro Santiago del Estero, cuando solo engañaron y todo siguió igual o hasta peor. Solo les importó de disponer y usufructuar “parcelas de poder” para beneficio propio y en él mientras tanto pregonaban una “falsa” militancia altruista y desinteresada. Pero vendieron su dignidad y sus servicios y hasta su propia alma, a los grupos de poder que detentan el gran capital y auténtico poder sin que les importe legislar, mentir, intervenir, falsear, expropiar, encarcelar, destruir familias, amenazar y perseguir, solo para satisfacer los mandatos de la insaciable avaricia del “gran capital” y sus responsables directos del sufrimiento y de la ruina de miles de santiagueños, a la vez que reciben sus generosos premios por sus servicios.

Su único contacto y muestra de interés con el mundo del trabajo y sus intereses se suele limitar al período electoral y a sus promesas vacías, lo cual los deslegitima como representantes de la clase trabajadora, del pueblo. Pero que se puede esperar de estos “líderes de salón” y “bufones de unidad básica».

 

Por Hugo R. Manfredi

El problema y los problemas de Santiago del Estero (Cuarta parte)

Texto 11  Poder, política y televisión en Santiago del Estero

En este texto pretendemos hacer una aproximación crítica a las relaciones que median entre la televisión local, el poder, la democracia y la política en las sociedades del presente.

Una tesis defendida por Manuel Castells respecto del papel que juegan los medios de comunicación, y es que, desde los años noventa, la televisión ha venido desplazando a los medios radiofónicos y a la prensa escrita, en el sentido de que es la T.V. el medio más influyente en la formación de la llamada opinión pública respecto a los asuntos políticos en las democracias actuales.

La T.V. es configurador de nuestro presente, nada puede hacerse y pensarse sin la T.V.Ya no hay duda que vivimos en una sociedad desigual y en el interior profundo de nuestra provincia, el contacto con el exterior se da por la T.V., y es la que educa (o mal educa) las emociones, sentimientos y ahora convertido en vehículo ideológico-político.

Nuestra T.V. sigue el modelo estadounidense de T.V. que divierte, entretiene y además informa (o mal informa). Tiene un manejo de información política. Pero cuando esta política entra y solo se decide informar en función de determinados intereses políticos y económicos, ahí se tergiversan los mensajes. Basta con ver los noticieros y los programas de opinión.

Respecto del papel de los medios electrónicos en la política contemporánea, Castells nos presenta la tesis siguiente: “Afirmo que, debido a los efectos convergentes de la crisis de los sistemas políticos tradicionales y del espectacular aumento de la penetración de los nuevos medios, la comunicación y la información política han quedado capturados en el espectro de los medios. Fuera de su esfera hay marginalidad política. Lo que pasa en este espacio político dominados por los medios no está determinado por ellos: es un proceso social y político abierto…” (1)

En esta relación de política-poder, y que sus decisiones afectan a todos los ciudadanos, estará evidentemente en una situación de dependencia respecto de los medios, en el sentido que Castells lo plantea, es decir: una creciente influencia de los dueños de los medios en cuanto a la capacidad de los ciudadanos de decidir sobre los asuntos políticos.

La clase política no ha podido regular o modular su participación y su influencia. Solo el derecho a réplica podría a visibilizar las voces acalladas. No hay libertad de opinión para todos, solo opinan a los que les interesa la televisora. Se manipulan los argumentos, la información y determinan lo que es correcto o no, lo que es conveniente o no.

El profesor Gustavo Bueno en su libro “Telebasura y democracia” (2), nos dice que el ciudadano pasó a ser meros consumidores, pero consumidores que votan y que deciden a través de única capacidad política, la de votar cada dos o cuatros años a sus representantes políticos.

Es lo que hemos visto en nuestra provincia (y en otros lugares del mundo) aunque con algunas diferencias institucionales y culturales. Se “trabaja la apariencia televisiva” en las estrategias políticas. La pauta oficial es jugosa, el noticiero y los programas de opinión y sus invitados son cuidadosos al momento de emitir sus argumentos, entonces las verdades son presentadas a medias. No vaya a ser cosa que ofendan a quienes garantizan los negocios.

Decimos entonces “apariencias indeterminadas” cuando no es posible determinar si son verdaderas o falaces. Esto nos impide hablar de sociedades democráticas que no sean concebidas desde el interés del grupo económico y financiero dominante en la producción y distribución de servicios. Es un problema del sistema que estos grupos que tengan tanto poder y nos animaríamos a decir, que por momentos más que un gobernador, un intendente o un ministro. Pero no incursionarían en política al estilo de un Berlusconi, por ejemplo.

Lo que aparece en la televisión parece ser lo único que ocurre en la provincia (y el país). En este flujo de información, en este dispositivo apotético (3) se decide que pasar o no pasar sobre los hechos de la provincia real. En la teoría de la información, se conoce a quienes regulan el flujo de información que pasa a los medios, como gate kepers, es decir porteros.

El escenario donde la T.V representa los hechos desvela un escenario donde el gate kepers, es el sujeto corpóreo donde presentado desde otros medios (prensa escrita) los mensajes no son alterados cuando son presentados en la telepantalla. Pero los santiagueños somos muy desconfiados, nos mintieron muchas veces, nos dicen una cosa y ya entendemos otro asunto.

Es lo que para Noam Chomsky y Herman, representa el “modelo de propaganda”, en donde en la actividad informativa, existe un núcleo de poder casi imparable en cuanto a su capacidad para controlar nuestro pensamiento y por lo tanto para actuar libremente en defensa de sus intereses políticos  económicos. Es una auténtica red de poder que está organizada de una manera tal que lo que existe en la realidad es un gobierno al servicio “del amo del dinero”.

El sistema de propaganda del principal canal televisivo de la provincia, sirve para obtener los recursos financieros y el apoyo de una opinión pública a quien hace creer que defienden sus intereses y puede al mismo tiempo criticar-acallar todas las voces contrarias a este poder de acumulación. No sostenemos que no pueden tener sus preferencias políticas, creemos que si lo tienen y de vez en cuando nos los dicen en sus líneas editoriales, y allí surgen esa relación entre el poder político y la T.V. santiagueña. Allí, es que a muchos los exaspera y los llenan de dudas y sonrisas cuando hay un exceso de sobreactuación.

Pero este comportamiento no es exclusivo de los medios informativos de nuestra provincia, seríamos ingenuos pensar que la T.V. en Santiago del Estero y sus dueños se mantendrían ajenos a la economía y los negocios que se llevan a cabo en el país. En este proceso de mercantilización, se mantiene o se quiere dar “apariencias” para explicar el Santiago del Estero real. Para ello, el entorno que se da es construido o más bien fabricado por los periodistas y el medio (TV), y que a decir del profesor Gustavo Bueno actúan fabricando o desvelando basura.

Citas

  • (1) Castells, Manuel. “La era de la información”. Edic. Siglo XXI, 1999, pág. 344.
  • (2) Bueno, Gustavo. “Telebasura y Democracia”. Edic. B, Barcelona, 2002, Ver también en Catoblepas, revista crítica del presente.
  • (3) Bueno, Gustavo, Op. cit.

 

 

Texto 12  Nuestra pobre democracia

Las palabras no siempre se ajustan a lo que se intenta definir. Es en nombre de la democracia que se renueva una élite política, porque la democracia descansa sobre el concepto de soberanía popular. Sin embargo, ¿Será democrático que no existan mecanismos para revocar los cargos elegidos por soberanía popular, y que esto sea para sostener “impresentables”, votando leyes que los benefician a ellos y a sus financistas?¿Será democrático que la democracia se agote en renovar a una casta política?

Eso sería reducir a la democracia a un simple medio, y la democracia, tal como se enseña en las cátedras políticas, es un fin en sí mismo. Porque claro, la democracia también tiene que ver con la división de los poderes del Estado, con el Estado de derecho, con la independencia de la opinión pública, con el funcionamiento de las instituciones, etc. Entonces: ¿Es democrático que las instituciones escondan información sobre el desenvolvimiento de las mismas?, ¿Será democrático que los parientes de los funcionarios sean proveedores del Estado?, ¿Será democrático que las instituciones funcionen más para unos que para otros?

Nuestra pobre democracia no debe ser una manoseada excusa, para hacer creer a la gente que están eligiendo algo, y que participa en las grandes decisiones de la provincia, cuando en realidad eligen financistas que están detrás de los candidatos.

Detrás de la llamada “estabilidad democrática”, se sustenta un relajo masivo, un analgésico, para adormecer a la gente y así asegurar la estabilidad social para el funcionamiento de un mercado ya reducido. Al fin y al cabo, a los dueños de Santiago del Estero les importa poco que la política sea democrática, siempre y cuando la economía no lo sea.

Creo en los santiagueños, como sujetos históricos capaz de erguir su destino por encima de “analfabetos políticos”, de malandras. Como Eduardo Galeano, creo que somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.

Creo, en la democracia, y no todos los políticos están cooptados por los grupos económicos. Me niego a pensar que se entregará por completo la soberanía popular para entregárselo a una “oligarquía financiera” que nadie eligió.

Una vez más volvemos a E. Galeano, con una de sus historias:

El cocinero le pregunta a las gallinas, a los pavos y los faisanes:

-¿Con qué salsa quiere que lo cocine? Una gallina se asusta y reclama diciendo que no quieren que la cocinen. El cocinero replica:

-Eso no está en cuestión, solo les estoy dando la opción que elijan la salsa.

Me niego a pensar que aquí, en nuestra larga y angosta olla seguiremos eligiendo la salsa con la que somos cocinados.

Si así fuere, entonces ya no sería una democracia, sino una plutocracia (que es el gobierno de quienes tienen el dinero) disfrazada de democracia.

Por suerte, o por lo que fuere, todavía no cooptaron ni privatizaron nuestros pensamientos, nuestras palabras.

 

Por Hugo R. Manfredi

El problema y los problemas de Santiago del Estero (Tercera parte)

Texto 7  Saqueo y los medios

Desde hace ya mucho tiempo, por los medios se echó a andar una campaña propagandística para justificar el saqueo. Muchos intelectuales repetían sofismas y mentiras para legitimar el bandidaje oficial y el predominio económico de una minoría por encima del interés público.

El traslado de dominio de bienes públicos a particulares no sólo se llevó a cabo por corrupción o ideología, sino también con el propósito de crear un nuevo corporativismo económico y financiero. Es decir, se trató de una operación unipersonal de un proceso totalmente dirigido, simulando licitaciones públicas para forjar la “nueva clase empresarial santiagueña”.

Ahora bien, el verdadero pilar que sostiene el poder oligárquico-popular en nuestra provincia, es el control que ejerce este grupo de, casi la totalidad de los medios de comunicación y, en particular, los diarios y la televisión.

La relación TV, diarios y poder político, es la piedra angular que soporta toda la estructura de poder de las élites en el Santiago del Estero contemporáneo. Ellos representan a la minoría que manda y decide en función de sus intereses. En estos tiempos, su estrategia política consiste en darle continuidad.

 

Texto  8  Abandono, corrupción y saqueo

Con la coartada de que la mano invisible del mercado o del Estado conduciría la economía, dejaron de promover el bienestar del pueblo y el progreso de la provincia.

Por eso, más allá de los defectos estructurales del modelo, el escaso crecimiento de la economía en la provincia debe localizarse en el manejo de la política de la política económica y en la corrupción gubernamental. Es decir, lo que ha dado en una mezcla o combinación entre ideología y voracidad desmedida.

La inviabilidad de modelos económicos aplicados, está relacionado en buena parte, con la exorbitante corrupción gubernamental que se produjo en diferentes períodos. Siempre hemos padecido este mal. En la Colonia, los puestos públicos deparaban jugosas ganancias ilícitas. En el siglo XIX  y todo el XX, la política era el sendero más corto hacia la riqueza. Muchos políticos se dedicaron al saqueo del erario para hacerse grandes con la riqueza mal habida.

Sin embargo, lo sucedido durante los últimos dos siglos en materia de deshonestidad, no tiene comparación con el mayor saqueo que se le hizo a la Nación en los últimos años. Entendiendo que nuestra provincia integra la Nación Argentina.

El beneficio de unos cuantos, nunca tuvieron interés en el destino de la provincia ni del bienestar del pueblo.

 

Texto  9  Empobrecimiento

El saqueo, el abandono y la corrupción han causado el sufrimiento, el desamparo y la desesperanza de muchos comprovincianos. Pero, como es lógico, la política elitista que se ha venido imponiendo no ha afectado de manera pareja a todos. Son miles los perjudicados, incluso una disminuida clase media, que se ha convertido en clase pobre superior, y los indicadores de ingresos así lo revelan, con respecto al país.

Y a pesar de millones de pesos que ingresaron  en los últimos años, estamos observando el período de mayor concentración del ingreso en unas cuantas manos.

Desde los años noventa, las políticas neoliberales y pseudo progresista y/o neokeynesianas después, engendraron una monstruoso desigualdad económica y social, pero eso si no les ha ido mal a algunos empresarios, a los traficantes de influencias, a los testaferros y a algunos políticos corruptos.

Santiago del Estero de hoy, es una provincia semivacía, caracterizada por la marginación, la pobreza, con pequeños islotes de crecimiento y progreso.

Por esto y otras instancias, la migración como la economía informal se han convertido para muchos comprovincianos en la única alternativa y, junto al narcotráfico y el narcomenudeo, en la auténtica válvula de escape. Esta es la cruda realidad que muchos no quieren o no les convienen reconocer.

Una de las manifestaciones más dolorosas del abandono y de la desigualdad social, es precisamente la falta de equidad en los accesos a los sistemas de salud, educación, seguridad y justicia.

 

Texto  10  Los Amos

Recapitulando: la actual oligarquía-popular, se conformó desde el gobierno de los años noventa, cuando un puñado de traficantes de influencias, al amparo del poder público, inicio el despojo de bienes del pueblo, con el engaño de una supuesta modernización de la provincia.

Ya no es un secreto que en nuestra provincia, domina y oprime una oligarquía-popular rapaz. Oligarquía con el apego estricto al sentido etimológico y aristotélico, según el cual se trata del “gobierno de pocos”, por la voracidad desmedida de quienes integran el supremo poder.

Quienes integran esos cargos, no son más que los empleados de la élite dominantes. Un grupo que manda y gobierna de manera encubierta. Los une el afán de lucro, la defensa de sus intereses y el sentirse poderosos. Es una mezcla de mano dura y el control a través de los principales medios de comunicación.

Este poder los tienen a la gran mayoría, como diría en buen santiagueño “agarra ´o” a todos, con anotaciones, copias de facturas, copias de subsidios, cheques, alguna cámara oculta por si hace falta, seguimientos de los servicios, etc, a políticos, políticos opositores, empresarios, testaferros, presta nombres, comunicadores intelectuales, a los analistas y revolucionarios de confitería, aulas y cotillón, y demás.

 

Por Hugo R. Manfredi

 

El problema y los problemas de Santiago del Estero (Segunda parte)

Texto 3

Se puede distinguir por un lado desde los ´90 la concentración económica, la privatización de sectores estatales, ha desaparecido casi por completo el sector público empresarial y por otra parte se ha incrementado el nivel de propiedad y control del capital.

El aparato económico y su modelo de desarrollo, tiene de graves problemas de especialización y modernización productiva, con productos y empleos de baja calidad y cualificación, unos costes laborales baratos y un mercado de trabajo frágil y precario.

En las conexiones de las élites dirigentes, financieras (cuevas) y políticas, se ha producido una nefasta y rapaz gestión de las cajas de ahorro y créditos, permitiendo el endeudamiento de los empleados de la administración pública provincial con tasas abusivas y usurarias.

Las capas gestoras de algunas de las más relevantes se han dedicado a la actividad especulativa y a la apropiación de recursos cuando no a la estafa directa (preferentes), en su beneficio y el del mundo empresarial amigo. El agravante es que eran instituciones públicas y sus equipos directivos estaban nombrados y avalados por las instituciones locales.

La vinculación entre esa casta gerencial y esa clase gobernante, ha servido para aprovecharse ambas de unas instituciones públicas en beneficio de una minoría, repartiendo prebendas y privilegios de forma ilegítima y muchas veces ilegal.

 

Texto 4  La corrupción política-institucional, de arriba-abajo

En un primer nivel están los delitos de fraude, apropiación ilícita de recursos, poder y tráfico de influencias con el mundo empresarial, con la responsabilidad penal de los ejecutores, directos, corruptos y corruptores. En un segundo nivel, está la responsabilidad política de unos dirigentes institucionales y unos organismos, faltos de transparencias y determinación en el control democrático en beneficio de la sociedad. Que no han cumplido de evitar comportamientos ilegales y deshonestos, así como la apropiación privada y corporativa ilegítima de una casta gerencial e institucional a costa de desventaja para la ciudadanía.

Son pues, un ejemplo de estructuras enfermas, llenas de complicidades y sin garantías democráticas de control y supervisión, más opacas y enraizadas cuando se han producido en instituciones con una larga hegemonía institucional por unos de los partidos gobernantes y sin, siquiera, apenas alternancia.

Estas valoraciones críticas de la mayoría de la sociedad ante la gestión impopular y prepotente de las capas dirigentes de las instituciones políticas y económicas, no son nuevas. Es positiva, justa y merecida. No se puede tachar estas expresiones societales de “antipolítica”, ni de “antidemocrática”, descalificaciones que pretenden frenar su impacto regenerador y transformador.

Toda crítica muestra un desacuerdo con las minorías oligárquicas, empeñada en una gestión antisocial de la crisis sistémica, con componentes autoritarios, y que tiene un gran poder institucional, económico y mediático, pero poca legitimidad ciudadana.

 

Texto 5  Élites dominantes

Las élites dominantes (la corporate clase, que usan en EEUU), que controlan y gestionan el poder político-político, pierde el prestigio y la legitimidad derivados de su supuesta representación del interés de la sociedad o el bien común, más o menos avaladas en las urnas. Ahora se asocian más a su papel para ampliar sus ganancias privadas, la redistribución desigual de la riqueza y el poder en sus beneficios y en perjuicio de las mayorías populares. En algunos casos, son enunciados por su falta de respeto a la legalidad vigente y su comportamiento corrupto.

Este segundo rasgo, dominante, autoritario y contrario a la democracia y el bienestar de la población, se ha hecho más evidente ante la sociedad.

Tienen un inmenso poder y pueden permitirse el lujo de mantenerlo aun con poca legitimidad social o credibilidad popular. Es un problema para ellos, pero menor, que intentan paliar con la correspondiente ofensiva mediática y el control social, con un contenido tecnocrático y conservador y su desdén hacia la participación democrática de la gente.

 

Texto 6  Fortunas mal habidas

Estamos en contra de aquellos que amasan grandes fortunas de la noche a la mañana, apoyados en la ilegalidad, el influyentismo y la sombra del poder público. Estamos en contra de la riqueza mal habidas, de la corrupción política y que creo que es la causa principal de la desigualdad social y económica.

Desgraciadamente, lo que ha predominado en la provincia es la codicia y el dinero fácil, sin escrúpulos morales de ninguna índole. Prevalece la máxima de que “el que no tranza no avanza”.

Hemos visto a políticos, sindicalistas devenidos en empresarios amasar fortunas de la noche a la mañana, de niñez humildes y de barrios en la misma condición, pasar sin escala a una vida de lujo y ostentación.

Para nosotros, lo que está pasando no es más que el fruto podrido de la política de pillaje, que ha venido imponiendo una minoría para saciar su codicia a costa del sufrimiento de la inmensa mayoría de los santiagueños. En particular, sostenemos que el grave problema de inseguridad y violencia que padece la sociedad, lo crearon quienes de manera irresponsable cancelaron el futuro de miles de santiagueños, marginaron a los jóvenes, produjeron la desintegración familiar, la pérdida de valores y la descomposición social, que ha dado lugar al odio, a la indiferencia, al desánimo.

 

Por Hugo R. Manfredi

El problema y los problemas de Santiago del Estero (Primera Parte)

“No siempre en la historia se perfila una nueva generación” José Aricó, 1963

 

Introducción

Con esta frase de Aricó, queremos advertir un sentido de urgencia histórica, a una nueva generación de políticos y militantes y en el que se enmarcan muchos santiagueños que pretenden dejar (y pretendemos), un pasado largamente desquiciado y hartante.

El título que nos convoca podría ser el título para un seminario permanente en el sentido de pensar a nuestro Santiago del Estero. Es en este pensar en donde el sujeto llega al verdadero progreso, en cuanto puede hacerse preguntas y respuestas, puede esclarecerse a sí mismo y esclarecerse en el sentido de su existencia. Solo progresa el hombre que puede pensar y conocer la verdad.

En esta selección de textos, pretendemos ampliar los artículos de opinión que nos ocupó en los últimos tiempos, que es y fue caja de resonancia de debates iniciales e incompletos que hicimos con amigos, colegas y lectores, y que lejos está de ser verdades definitivas. Por tanto, son continuidades de aquellos artículos de opinión que emitimos con diferentes títulos.

Es un repliegue y despliegue de discusiones teóricas, de rectificaciones, de esquemas estratégicos, ya propios del siglo XXI (en este sentido dice que los esquemas estratégicos desplazan las cuestiones revolucionarias del centro de gravitación política, para poner en su lugar a la cuestión democrática). A nadie se le pide renegar de sus raíces y memorias políticas, sino indagar sobre sus trayectorias, apoyos, y porque no de ciertos “desajustes ideológicos”, sin que ello signifique convertirse en un: ahistórico, un apolítico, un apático e indiferente.

Solo son textos, para empezar a comprender e interpretar el presente y proyectarnos al futuro, y si advierten cierta pasión histórica, es que está determinado por la conciencia del peso que tiene la cuestión ideológica dentro del problema político-estratégico y por la fidelidad a la divisa de Gramsci, según la cual el “que una masa de hombres sea llevada a pensar coherentemente y de forma unitaria la realidad presente es un hecho “filosófico” mucho más importante y “original” que el hallazgo por parte de un “genio filosófico”, de una verdad que sea patrimonio de pequeños grupos de intelectuales”.

Es claro, que en nuestra visión no pretendemos acabar con todos los obstáculos que, sobre todo en el plano de configuración ideológica se cruzan y obstruye el despliegue de otros planos de configuración y desarrollo, y que desde su altura proyectan sombras anacrónicas sobre el pueblo santiagueño.

Deseosos de “ir hacia adelante”, de “progresar”, de estar a la altura de la verdadera modernidad, de romper de una vez por todas con ese pasado que nos tienen anclados, que es anti-democracia, o de un populismo “berreta” ( y en esto queremos advertir que en otro momento lo analizaremos sin prejuicios y sin estigmatizaciones). Se trata de una visión a la luz de la cual distintos autores sea politólogo, filósofos, analistas y demás, que se nos aparecieron para dar el debate público, que desde una configuración política e histórica es distinta a aquel con lo que nosotros pensamos o hacemos.

Dejando de lado por el momento la crítica a metáforas vulgares y simplistas, al marketing político, a la menesterosidad ideológica y filosófica, y demás. Los textos tienen una mordedura crítica y dialéctica, y en este sentido reivindico a Antonio Labriola, que el principio dialéctico fundamental según el cual “si comprender es superar, superar es, sobre todo haber comprendido”.

 

Texto 1

Santiago del Estero posee recursos naturales, un pasado cultural extraordinario y cuenta con un pueblo bueno, noble y trabajador, que padece tanto atraso y una profunda desigualdad social. Desde nuestra perspectiva, los males que atormentan a la provincia y aquejan a la mayoría de los santiagueños han sido causados por el pequeño grupo que realmente manda y decide sobre los asuntos públicos de la provincia, que se ha apoderado de todo: de las instituciones del Estado, de los bienes provinciales y del presupuesto público, pero esto es ya, desde hace muchas décadas.

En esto radica que, con la naturaleza pródiga y un pueblo solidario, se sufra un proceso de degradación progresiva. Hay poderes constitucionales pero en los hechos un grupo ha confiscado todos los poderes. Esta especie de gobierno de mafiosos o de dictadura encubierta no solo ha anulado la vida democrática, sino que ha causado una infame e inmoral desigualdad económica y social.

El principal propósito de los potentados ha sido el pillaje, el descarado traslado de dominio de bienes del pueblo a particulares. Esta es la cruda y amarga realidad: la riqueza de unos pocos se ha edificado sobre el sufrimiento y la desgracia de la inmensa mayoría de los santiagueños.

Se atienen a que también son dueños o controlan la mayoría de los medios de comunicación y creen seguir administrando la ignorancia y manipulando impunemente. Pasan por alto que, como decía Abraham Lincoln, al pueblo se le puede engañar una vez, dos veces, pero no se le puede engañar toda la vida.

 

Texto 2

Es notoria la carencia de infraestructura y de servicios básicos en la provincia. Con frecuencia se olvida que la pobreza no es producto de la fatalidad, ni del destino, ni porque Dios quiere, sino de la injusticia y de la opresión.

Antes del cierre del ferrocarril, era importante la actividad que se generaban desde la estación, ahora gran parte de ellos son pueblos desolados, con población desempleada o con precarización laboral. No olvidemos que por lo menos en los últimos 25 años, los modelos económicos impuestos han consistido en la creación de islotes de progreso rodeados de pobreza.

Por el fenómeno migratorio hay pueblos casi abandonados o dónde sólo viven ancianos, mujeres y niños, porque los más jóvenes han salido a buscar oportunidades en otras partes. Este éxodo ha servido como válvula para aminorar la presión social y disfrazar los índices de desempleo y subempleo. Imaginemos que hubiese pasado si durante largo períodos, miles de santiagueños no hubieran ido a buscar mejorar su vida en otras provincias.

Es absurdo que estemos comprando alimentos y expulsando mano de obra. Pero lo más importante es tomar la decisión de lograr la soberanía alimentaria, lo demás es lo de menos. Consistiría en hacer planeación por regiones, estimular la producción campesina con precios justos, mediante subsidios donde se requiere, y resolver problemas de almacenamiento, distribución y comercialización. En esto no se necesita mucho dinero, es cosa de orientar adecuadamente lo que se tiene, evitando la corrupción y el despilfarro.

 

Por Hugo R. Manfredi

Salarios privados en Argentina y Santiago del Estero

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Como observamos en el cuadro, el sueldo promedio que pagan las empresas privadas en Argentina es de unos $ 23.043  bruto mensual.

Las provincias patagónicas siempre se caracterizaron por ser en las que pagan los mayores salarios, porque suelen ser también en las que el costo de vida es más alto. Santa Cruz lidera el ranking de provincia, con un promedio de $ 40.489, es decir, un 75% más alto que el promedio y 166% más alto que el de Santiago del Estero y 170% que el de La Rioja, el más bajo del país.

Los sueldo promedios (remuneración bruta) en agricultura-ganadería es de un $ 12.689. En servicios, la intermediación financiera fue el rubro en el que se abonaron los mayores sueldos $45.529  y hoteles y restaurantes, es de  $12.682.

 

Por Hugo R. Manfredi

 

Situación fiscal de Santiago del Estero. Ejercicio 2017

Nuestra provincia junto con otras cuatro (Tucumán, La Rioja, San Juan y San Luis), aparecen como superavitarias, y en el resultado financiero aparece con $145 millones de pesos.

El resultado financiero en relación al gasto, es de 0,4%, muy lejos de Rio Negro (-18,3%), Santa Cruz (-16,7%, Tierra del Fuego (-15,7%), que son éstas las provincias en peores condiciones en términos de imposibilidad de financiar el gasto.

Nuestra provincia cuya recaudación cubre menos del 10% de los gastos, junto con Formosa, La Rioja, Jujuy y Catamarca. Cuando en el caso de la ciudad autónoma de Bs. As., registra el mayor nivel de autofinanciamiento: el 68% de los gastos se paga con recursos propios. Por lo tanto, tenemos una alta dependencia de los recursos coparticipados, en un 78%, junto con San Luis (77%), Formosa (73%). Los recursos propios en el gasto total es de un 8%, esto demuestra la escasa capacidad de autofinanciar políticas públicas.

Además registra un stock de deuda (no incluye deuda flotante) en dólares es de USD 116 millones. De los cuales USD 73 millones, corresponde a deuda con el gobierno nacional.

Actualmente la matriz del gasto provincial está básicamente basada en gasto salarial y pago de prestaciones de seguridad social, es de un 37%. En promedio las provincias destinan el 44% del gasto total al pago de salarios y si se incorpora el pago de prestaciones sociales, este porcentaje promedio alcanza el 55%. El correlato de estas cifras es la escasa capacidad de financiar inversiones de capital de las provincias.

El saldo fiscal per cápita (diferencia entre lo que recibe de la Nación y lo que el distrito aporta), fue a partir del 2015, nuestra provincia fue una de la más beneficiada con $ 24.659,35, junto con Santa Cruz, La Rioja, Formosa, Catamarca y Tierra del Fuego.

Por todo ello concluimos, que cuando se cruzan los datos de IDH (Índice de Desarrollo Humano), con el aporte por todo concepto que la provincia recibe de la Nación, el resultado marca que “no se usa el gasto para mejorar la calidad de vida e impulsar el desarrollo”. Por otro lado el sistema presupuestario provincial es estructuralmente deficitario, muy dependiente de los recursos coparticipables, es decir, de los envíos de Nación.

 

Por Hugo R. Manfredi

 

Fuentes:

  • Información Fiscal Provincial y Municipal.
  • Instituto Pensamiento y Políticas Públicas. “Situación fiscal de las provincias” Coordinación Claudio Lozano, Horacio Fernández y otros.
  • Diario La Nación, 20/11/16.